De mis años en Chile me he quedado con un amor infinito a ese largo y angosto pais y un agujero inmenso en mi corazón por perder el contacto con tres personas maravillosas, queda feo por que hay un monton de amigos chilenos que llevo en mi corazon pero hay tres especialmente que adoro, admiro y añoro.
Los que me conocen ya saben que uno es Sergio Zorilla, brillante pensador libertario del que podria estar horas diciendo bellas palabras, però como el blog es de montanya no lo haré.
La otra és una compañera del club andino Wechupun: Alejandra Tobar.
Los que me conocen ya saben que uno es Sergio Zorilla, brillante pensador libertario del que podria estar horas diciendo bellas palabras, però como el blog es de montanya no lo haré.
La otra és una compañera del club andino Wechupun: Alejandra Tobar.
En la vida uno tiene la suerte de encontrarse con gente maravillosa, pero a veces pasan por nuestro lado sin que nos demos cuenta. Algunos nos dan un golpe y nos hacen abrir los ojos, nos dan la mano y nos enseñan un mundo nuevo que nunca antes habiamos visto ni vivido.
Alejandra me enseño cerros y valles pero me permitió disfrutar de su compañia una de las mas bellas personas con las que he tenido el placer de pasear, esquiar, hacer cumbres o solamente ir al cine. Al principio me daba miedo, digamos respeto, era dura y contundente pero poco poco tuve la suerte de irla descubriendo, es una de esas personas que irradian, es buena, sensible y valiente, a pesar de que hace tiempo que no la veo però espero que siga igual.
Me hubiera encantado escanear la diapositiva de Ale en la cumbre del Aconcagua. La muy bestia bajo desde Berlin hasta Santiago de golpe y por la mañana del dia siguiente ya estaba de vuelta en el trabajo. Era una màquina, però no he encontrado ninguna foto digitalizada así que solo he podido colgar estas dos donde se la ve. Ale és la que està saludando a la camara
Alejandra me enseño cerros y valles pero me permitió disfrutar de su compañia una de las mas bellas personas con las que he tenido el placer de pasear, esquiar, hacer cumbres o solamente ir al cine. Al principio me daba miedo, digamos respeto, era dura y contundente pero poco poco tuve la suerte de irla descubriendo, es una de esas personas que irradian, es buena, sensible y valiente, a pesar de que hace tiempo que no la veo però espero que siga igual.
Me hubiera encantado escanear la diapositiva de Ale en la cumbre del Aconcagua. La muy bestia bajo desde Berlin hasta Santiago de golpe y por la mañana del dia siguiente ya estaba de vuelta en el trabajo. Era una màquina, però no he encontrado ninguna foto digitalizada así que solo he podido colgar estas dos donde se la ve. Ale és la que està saludando a la camara
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